Te propongo una adivinanza más que sencilla.
Existen desde tiempos inmemoriales, transmitidos oralmente de generación en generación, su origen es difícil de precisar, se cree que muchas culturas antiguas los incluían en sus propias tradiciones como método pedagógico y/o de transmisión de valores culturales y por qué no, como entretenimiento.
Siguen cumpliendo en muchas casas esa intencionalidad de allende el tiempo, cualquiera de nosotros los escuchó desde que apenas sabíamos discernir entre realidad y fantasía.
Sin duda habrás dado con la respuesta correcta: Los cuentos infantiles. Caperucita, La bella durmiente, Blancanieves. Pero, ¿me creerías si te digo que muchas novelas actuales que no llevan esos títulos siguen siendo entre líneas Caperucita, La bella durmiente o Blancanieves?
Te entiendo, resulta difícil comprenderlo porque el pasado nos precede. En la vasta tierra de la literatura, los cuentos infantiles se alzan como monumentos que han resistido la prueba del tiempo. Estas historias, a menudo simples en su narrativa, poseen una riqueza de significado que trasciende las edades y las culturas. Sin embargo, ¿qué sucede cuando decidimos reinterpretar estos cuentos clásicos?
¿Qué nuevos mundos pueden abrirse ante nosotros cuando miramos más allá de la superficie de las historias que creíamos conocer tan bien?
La reinterpretación de cuentos infantiles es un ejercicio fascinante que desafía nuestras percepciones preconcebidas y nos invita a explorar nuevas posibilidades dentro de narrativas familiares. Al tomar un cuento clásico y someterlo a una reinterpretación, se nos ofrece la oportunidad de desenterrar capas ocultas de significado, de examinar los temas desde ángulos inesperados y de reflejar la complejidad del mundo que nos rodea.
Uno de los cuentos más icónicos, “Caperucita Roja“, ha sido reinterpretado innumerables veces a lo largo de los años. Desde adaptaciones oscuras que exploran la naturaleza del miedo y el peligro hasta versiones contemporáneas que desafían los roles de género tradicionales, cada reinterpretación arroja luz sobre diferentes aspectos de la historia original.
Por ejemplo, ¿qué sucede si Caperucita Roja no es una niña inocente, sino una joven intrépida que desafía las expectativas de su sociedad? ¿Y si el lobo no es simplemente un depredador, sino un símbolo de los peligros que acechan en los rincones más oscuros de la mente humana o de la sociedad?
Otro cuento clásico que ha sido objeto de numerosas reinterpretaciones es “Alicia en el País de las Maravillas“. La obra maestra de Lewis Carroll ha inspirado desde adaptaciones cinematográficas hasta obras de teatro y re interpretaciones literarias. ¿Qué significa realmente caer por el agujero del conejo y encontrarse en un mundo donde la lógica convencional no tiene cabida? ¿Y cómo podemos interpretar la extraña variedad de personajes que habitan en el País de las Maravillas, desde el sombrerero loco hasta la Reina de Corazones? Cada reinterpretación nos lleva más profundamente por el agujero del conejo hacia un laberinto de significado y misterio que desafía nuestra comprensión convencional del mundo.
La re interpretación de cuentos infantiles no solo nos permite explorar temas universales como el miedo, el poder y la identidad, sino que también nos desafía a reconsiderar nuestra relación con estas historias. Al mirar más allá de la superficie de los cuentos que creíamos conocer tan bien, descubrimos nuevos horizontes de significado y nos damos cuenta de que, aunque los cuentos pueden cambiar, la esencia de sus enseñanzas perdura a través del tiempo.
Imposible para los nuevos escritores del siglo XX y XXI no hacer de esas historias sus propias historias, en algunas para reivindicar a nuestros héroes o heroínas de la niñez y mostrarnos que no todo debe pagarse con sufrimiento y resignación.
Si eres una escritora o escritor en ciernes puedes poner esto en práctica como un ejercicio, simplemente tomando cualquier cuento tradicional que conozcas de tu infancia.
Veamos por ejemplo el caso de Cenicienta en manos de Marissa Meyer en su novela Cinder, la primera de la serie de la llamada Crónicas lunares. Este primer libro es un remake futurista del cuento de La Cenicienta donde su protagonista no se llama Cenicienta sino Cinder y es una talentosa mecánica ciborg que vive en la ciudad futurista de Nueva Beijing. La trama sigue a Cinder mientras lucha por encontrar su identidad y su lugar en un mundo donde los ciborgs son considerados ciudadanos de segunda clase. La novela combina elementos de ciencia ficción, romance y acción, con giros inesperados y personajes memorables. A medida que Cinder lucha por proteger a quienes ama y desentrañar los misterios de su origen, se ve envuelta en una épica batalla por el futuro de su mundo.
La saga se completa con otras reinterpretaciones: de Rapunzel con Cress, de Caperucita Roja con Scarlet y de Blancanieves con Winter.
No solo Disney se apoderó de La Bella y la Bestia originando su versión personal edulcorada para los más pequeños. La autora Rosamund Hodge retoma el cuento clásico y lo traslada a un mundo de fantasía oscuro y complejo en su novela Belleza cruel. Una historia de amor deslumbrante sobre nuestros más oscuros deseos, donde la protagonista Nyx se encuentra atrapada en un matrimonio arreglado con un ser demoníaco y debe enfrentarse a dilemas morales y emocionales mientras descubre la verdad detrás de su destino.
— ¡Abuelita que ojos tan grandes tienes!
— Para mirarte mejor…
Que alguien me diga si a esta altura del cuento no empezabas a temblar anticipándote al final tantas veces narrado… y que sin embargo siempre llegaba.
Si te cansaste de escuchar la voz del lobo puedes adentrarte en El bosque sabe tu nombre donde Alaitz Leceaga reinterpreta el conocido cuento, pero nos muestra a la protagonista, una mujer inolvidable de nombre Estrella que no dudará en hacer todo lo necesario, sin miedo al peligro ni a las convenciones sociales, por defender su tierra y el legado que lleva escrito en la sangre. Y para reivindicar a nuestra pobre Caperucita de la niñez.
¿Acaso no has soñado alguna vez que la princesa Sherezade en Las Mil y una noches, escapara a la necesidad de salvar su vida contando un cuento diferente cada noche? Pues bien, En La ira y el amanecer, Renée Ahdieh reinterpreta la historia donde la protagonista, que también se llama Sherezade, tiene un plan brillante, no solo para mantenerse con vida sino también para acabar con el reino de terror de ese monarca asesino, de una vez y para siempre.
Como decimos siempre en los cursos de nuestro Taller Literario, la reinterpretación de cuentos infantiles nos recuerda el poder duradero de la narrativa y la importancia de mantener viva la llama de la creatividad. Al desafiar las expectativas y abrir nuevas vías de exploración, estas reinterpretaciones nos invitan a sumergirnos en un mundo de posibilidades infinitas, donde los cuentos de hadas pueden ser tanto espejos de nuestra realidad como puertas a mundos desconocidos. En este viaje literario, aprendemos que la verdadera magia de los cuentos infantiles radica en su capacidad para inspirar, sorprender y transformar, descubriendo nuestros valores para encarar el mundo empoderados y nunca tan sumisos como nos obligaron a imaginarnos.
Profesora de escritura creativa y coordinadora de talleres literarios, editora y correctora literaria, reseñadora y crítica literaria.
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Libros en el artículo
- Cinder – Marissa Meyer
- Belleza Cruel – Rosamund Hodge
- El bosque sabe tu nombre – Alaitz Leceaga
- La ira y el amanecer – Renee Ahdieh
Todos en Nuestra Librería Literaria